Nuestro concilio como todos los años fue celebrado en el Restaurante "Frango da Guia", conocido entre los particulares como "que tal familia?!!" o "el chupito lo invita la casa!!". Entre algunos por menores para la elección del menú nos dispusimos a compartir tales manjares con una "sacra conversazione", o sea, todo el mundo callao que la comida desaparece.




Vemos que la intensidad de la deglución no permitia tal conversión aunque fuera espontánea como un discurso del esófago.





Ya una vez terminado el ágape, el café y copa nos introdujo en la conversión cristiana don de las difenrencias entre cultura resurgienron en el coloquio como una controversia arriana.





Con la caída de la tarde fue llegando el concilio y como fiesta pagana se tratase la celebración ostentosa y libertina inundo la reunión, en todo esto influyo la inhesta de néctar en este caso de "juniperus communis" mayormente conocido como enebro.



  
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