FRITANGA


Cuando intentamos reducir el colesterol en sangre, es frecuente recibir la recomendación de reducir la ingesta de alimentos fritos, sin embargo, sabemos que el aceite vegetal no contiene colesterol, por eso, si freímos con este alimentos sin colesterol, nos surge la siguiente pregunta: ¿las frituras tienen colesterol?

La respuesta al interrogante es negativa. Las frituras no tienen colesterol, exceptuando que el alimento que fritemos sea de origen animal y así puede contener cantidades variables del mismo. Pero el método de cocción no agrega colesterol a los alimentos ni genera colesterol.

Sin embargo, una ingesta elevada de grasas en la dieta así como el consumo de grasas trans o hidrogenadas, puede elevar el colesterol en sangre. Por eso, cuando intentamos reducir el mismo en el organismo, mejor reducir la ingesta de alimentos fritos que poseen más grasas y calorías y, si los consumimos, mejor controlar la calidad de la fritura para que ésta no origine grasas trans.

Unas patatas fritas bien elaboradas no tienen colesterol, pero si el aceite supera su temperatura y se quema, pueden contener grasas trans. Además, es claro que las patatas fritas tienen más grasas y calorías que las patatas horneadas, por esa razón, también pueden favorecer la producción endógena de colesterol y se recomienda reducir su ingesta si intentamos controlar esta fracción lipídica en sangre.

Vitonica.

En una dieta saludable no hay productos ni cocciones prohibidas, ni siquiera los fritos.

Por ello, una técnica culinaria propia de la dieta mediterránea y un ejemplo de aumento que si se consume moderadamente no debe provocar un aumento de peso.

Para ayudamos a seguir una dieta variada necesitamos ciertos estímulos que los alimentos fritos proporcionan por su textura crujiente y su delicioso sabor.

Tomar un producto frito sólo supone entre 50 y 100 calorías más que su versión a la plancha y puede resultar más apetecible.

Es cierto que el nivel energético del aceite, el elemento más usado para freír en nuestra cocina, es muy elevado, ya que contiene 9 calorías por gramo.

Pero también es cierto que freír un alimento puede mejorar sus características nutricionales. Es el caso de las patatas, hervidas presentan un índice glucémico muy alto, lo que significa que su glucosa llega muy rápido a la sangre y puede provocar que la sensación de apetito reaparezca en poco tiempo.

En cambio, al freirías, dicha absorción es más lenta, lo que alarga el período de sadedady contribuye a disminuir la frecuencia en el consumo de alimentos.

Sin embargo, y a pesar de todos estos beneficios, la clave para disfrutar de los alimentos fritos sin subir de peso sigue siendo la moderación y preparar frituras más ligeras con los consejos que te proponemos.